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El diccionario de la Real Academia Española define el concepto reactivo, como aquello “que produce reacción” mientras el concepto proactivo, como aquello “que toma activamente el control y decide qué hacer en cada momento, anticipándose a los acontecimientos”. 

Tomando como base esas definiciones, al ver la accesibilidad web desde un enfoque reactivo, las organizaciones esperan que algo pase para implementar prácticas de accesibilidad. Veamos un ejemplo: 

Una universidad decide comenzar a ofertar un programa en la modalidad virtual, el principal contenido de ese programa es un libro de texto, por lo que la institución decide copiar cada página del libro a través de una fotocopiadora estándar (no un escáner de reconocimiento óptico de caracteres) para que queden como imágenes, que posteriormente se suben a la plataforma virtual de aprendizaje. Curso tras curso, la universidad sigue esta modalidad para pasar los libros de texto a formato digital, sin embargo, unos años más tarde, un estudiante con baja visibilidad, que consume los contenidos a través de tecnología de voz, entra a la universidad y descubre que el contenido de los libros no es accesible. 

El estudiante presenta la queja en la coordinación académica, quienes comienzan un proceso para hacer el libro accesible, sin embargo, este proceso toma varios días y cuándo es entregado, el estudiante ya está atrasado en su proceso de aprendizaje, y decide retirarse de la universidad. 

El anterior es solo uno de los muchos ejemplos de situaciones donde la accesibilidad es vista bajo la óptica “Si alguien necesita un formato diferente, me preguntará y luego me ocuparé de eso”. Y aunque es mejor solucionar los problemas de accesibilidad de forma reactiva, que no solucionarlos, el tener una mentalidad proactiva en cuanto a la accesibilidad optimizará los procesos de las organizaciones y permitirá asegurar una experiencia de aprendizaje virtual óptima para todos los estudiantes, sin importar sus condiciones personales o contextos socioculturales. En otras palabras, el enfoque proactivo nos permitirá anticiparnos y estar preparados. 

¿Cómo pasar de un enfoque reactivo a uno proactivo en la accesibilidad? 

El primer paso es conocer sobre las prácticas de accesibilidad. En la sección Accesibilidad Web de este blog, a la cual puedes acceder a través del siguiente enlace: https://www.edu-labs.co/blogs/accesibilidad-web/ puedes encontrar información sobre estas prácticas. 

Después de conocer las prácticas, las organizaciones se pueden enfocar en cambios más grandes.

Política de la organización 

La accesibilidad web debe verse y tratarse como una prioridad en toda la organización, por lo que establecer una política de accesibilidad, que defina las pautas que seguirá la organización en cuanto a este tema, es el primer paso para comenzar un proceso de aceptación e interiorización, donde la accesibilidad web pasa a ser una responsabilidad colectiva y una responsabilidad individual de los diseñadores de cursos virtuales. 

Campañas de sensibilización y formación 

La accesibilidad no se puede quedar simplemente como algo más que se debe hacer para cumplir otra política de la organización, ya que esto provoca que se vea como algo temporal o “que genera más trabajo”. Para evitar esto, se deben hacer campañas de sensibilización y formación dentro de toda la organización, donde se ponga en evidencia la importancia de la accesibilidad y cómo ésta se puede incorporar en el diseño de cursos que se hace diariamente, sin que signifique más carga laboral.

Revisiones de partes interesadas y herramientas de accesibilidad 

Una vez que hemos logrado que la accesibilidad se vea como una práctica que nos permitirá crear mejores experiencias de aprendizaje, y no una tarea más para cumplir con una política. Como organización tenemos el deber de facilitar herramientas a los creadores de contenido que les ayuden a verificar que sus contenidos son accesibles. 

Por ejemplo, Moodle LMS cuenta con el comprobador de accesibilidad Atto y el kit de herramientas de accesibilidad Brickfield que revisa automáticamente si el contenido es accesible o no. Además, Moodle LMS permite la integración de herramientas de accesibilidad como ReadSpeaker, que transforma el texto a voz. 

Igualmente, es una buena práctica el incluir un proceso de revisión del contenido por personas que no estén familiarizadas con el mismo, pero sí familiarizadas con la accesibilidad para verificar que el curso sí es accesible.

Elección de contenidos 

Es una práctica común en la educación virtual, el uso de contenidos de terceros que complementan la información de nuestros cursos. Por eso, se recomienda que siempre se revisen esos contenidos de terceros para asegurar que cumplan con las pautas de accesibilidad y que no generen inconvenientes a los estudiantes. 

Contactos para problemas de accesibilidad 

Por último, es importante que tu organización cuente con un contacto para inquietudes de accesibilidad, con el fin de que los estudiantes o colaboradores que estén tomando los cursos puedan comunicar sus necesidades en cuánto a accesibilidad, y estas sean gestionadas correctamente al interior de la organización. 

El migrar de una mentalidad reactiva a una mentalidad proactiva en cuanto accesibilidad nos ayudará a obtener mejores resultados en los procesos de aprendizaje de todos los estudiantes, ya que desde el primer momento estaremos diseñando cursos bajo la premisa que cada estudiante tiene sus propias necesidades personales y contextos socioculturales, que influyen en la forma en la que consumen el contenido.

Referencias

https://moodle.com/news/proactive-accessibility-in-course-design

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