El comportamiento de las personas ha cambiado durante las últimas décadas, cambios que se acentuaron con la pandemia. Entre esos cambios está el cómo las personas desean aprender. Atrás quedaron las épocas donde las personas se conformaban con aprender con determinado estilo, ahora ellos desean elegir cómo y cuándo estudian.
Y es que no es un secreto o un descubrimiento reciente que las personas aprenden de diferentes maneras, y que si en el proceso de aprendizaje brindamos esas diferentes formas de aprendizaje, la mayoría de los estudiantes podrá alcanzar el éxito.
Unido a esto, los avances tecnológicos, que se adelantaron con la pandemia, demostraron que la forma de consumir contenido cambió totalmente, y consumir contenido no solo hace referencia a las redes sociales, sino al sector educativo también. Pretender que los estudiantes aprendan el contenido de la misma manera que hace 10 años es una tarea imposible, cuando estamos en un mundo cada vez más visual e inmediato donde mantener la atención de los estudiantes por más de 15 minutos es una tarea compleja.
De ese modo, el aprendizaje híbrido se presenta cómo una posibilidad para responder a estos dos factores externos que escapan de nuestro control, pues nos permite ofrecer a los estudiantes un abanico de posibilidades educativas de acuerdo a sus preferencias, necesidades o estilos.
Pensemos en el trabajo en grupo. Con el aprendizaje híbrido, puedes ofrecerle a los estudiantes la oportunidad de trabajar en grupo de forma presencial o virtual, así las personas a las que les cuesta interactuar frente a frente, pueden desarrollar sus habilidades comunicativas a través de medios virtuales.